viernes, 20 de julio de 2012

No los apagare…



Es un nuevo día, y ahí voy dispuesto a enfrentarlo…  con la misma cara, el mismo peinado, la misma inseguridad que me caracteriza así voy…  cumpliendo la misma costumbre de desayunar caminando por toda la casa mientras termino de preparar el resto de las 100 cosas que nunca termino de preparar, unos minutos después ya es muy tarde para pensar y llega la hora de correr a la oficina, al llegar saludo y digo “buenos días” pensando y dándome cuenta de que esto es una pérdida de tiempo y que en realidad a nadie le importa, total esto es solo un día más, solo una vuelta más de las agujas en este reloj del día que llevamos, en el que cada recorrido de la aguja a través de las horas es igual al del día anterior,  una vuelta más en el que cada cosa será diferentemente rutinaria en su igualdad y así se pasan las horas hasta que llega ese momento esperado, ese momento de correr a ese sitio o persona a la cual aferramos nuestros pensamientos el resto del día para soportarlo, esa persona o ese lugar que todos tenemos y que nos entrega esa intranquilidad que tanto necesitamos, luego llega la noche y acostado en mi cama pienso que todo forma parte del ciclo de mi día  todo es automático…

Pensé en esto por muchas horas y me imagine como un robot programado  de esos que siempre sabe la respuesta a todo, de esos en los que todo es automatizado y siempre encuentra una salida rápida y viable para todo, tanto pensé que llegue a la conclusión de que esta puede ser  una de las cosas que me afecta silenciosamente y me deshumaniza cada vez mas…

Entre tantos sentimientos muertos dentro de mi creo que sigo siendo humano aun me queda el miedo, ese que me recuerda que puedo dejar de existir en cualquier momento, ese que me grita que  deje de perder el tiempo…

En noches de pensamientos volátiles y días automatizados como este, debo confesar que tengo miedo de ser un robot al 100% y dejar de pensar dejar  de sentir y dejar de vivir, confieso que tengo miedo de ser solo uno más de los que automatizados y a su vez tengo miedo de ver mi vida controlada y coordinada,  lo peor es este miedo  que me da despertar un día y darme cuenta de que en mi vida ya no es necesario mi corazón ni mi mente y decidir apagarlos, y acostado en mi cama rogándole a la vida que me traiga algo nuevo para pensar algo nuevo para sentir repito una y otra vez…



 “Algo Tiene Que Suceder! Algo Tiene Que Pasar! No Los Apagare…  No Los Apagare…”


1 comentario:

  1. Angustiado y preocupado por el tiempo y su rutina… Que me enseña que las flores también poseen espinas y por más que las cuides el tiempo las contamina…

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