El camino de su cuerpo comienza con diez razones para desear recorrerla, cada una de ellas como un misterio que junto a ella quisiera descifrar en segundos encuentro sus pies descalzos algunas veces tan cansados como quien lleva el peso de muchas responsabilidades y algunas otras relajados disfrutando de mis manos acariciándolos, continuo hacia sus piernas largas y perfectas como dos vidas que se unen para completar una relación, tan firmes pero a su vez tan suaves como una pareja de bailarines de ballet en una presentación, luego están sus curvas increíbles, peligrosas y mortales para cualquier ser humano que no este preparado para tal perfección, al tocarla puedo tener por unos segundos la sensación de que el mundo se paraliza para hacer mágico y eterno este momento, su codiciado y protegido vientre son zonas en donde solo puedo entrar si me lo permite y si logro ganar su confianza y hacer que sea superior a la inseguridad y la pena de tenerme ahí, es un trabajo difícil pero vale la pena soñar y disfrutar cada segundo con este recorrido sobre su cuerpo.
Y ahí estoy yo justo a la mitad del camino, envidiado por deslizar mis manos sobre su cintura, en instantes encuentro mis labios desesperados besando su ombligo que me seduce y me tienta marcándome una frontera de la cual quiero dominar ambos territorios para así nunca tener que decidirme hacia que lugar debo ir, y continuo subiendo el misterio de su piel como un explorador escalando y encantado del paisaje, así como quien no quiere que el viaje acabe nunca encuentro sus pechos, grandes y redondos justo como una fantasía de hace tantos años, provocando la misma sensación de desesperación y calma al tocarlos al igual que me pasaba cuando los conocí hace ya tanto, mi labios nunca podrán contener tales deseos y se que como siempre sus manos trataran de impedirlo pero luego cederá y me acariciara con ellas mientras beso cada espacio de su piel...
Finalmente encuentro a la dueña de tan maravilloso cuerpo, recorriendo su cuello siento esta mezcla de sentimientos y sensaciones tan cargados de pasión y ternura al ver los gestos de sus labios. que son tan carnosos y pecaminosos como un deseo en medio de santos, rojos e infinitos y a su vez tan voraz y fugaz como la vida, al besarles puedo darme cuenta de que estos son los únicos labios que desearía besar por el resto de mis días, las fracciones de su rostro generan dos curiosos agujeros que me hacen saber lo grande y sincera que puede ser tu sonrisa, finalmente y como quien mira las estrellas encuentro sus ojos, igual de misteriosos como cuando apenas me miraba con sus quince años, tan profundos que se podría perderme en ellos y pasar horas y horas recorriendo la infinidad de emociones y sentimientos que comunican con cada parpadeo y con cada mirada, al terminar este recorrido acaricio su liso y suave cabello negro intentando peinarlo al pasarlo entre mis dedos y asi robarme unos segundos de su sensualidad.
Esta eres tu...
Es tu cuerpo, mi horizonte, mi dirección y mi ruta...
IncJam.-
