jueves, 9 de junio de 2011

Historia de una estrella



7.40 P.M. De un día como cualquier otro… estoy trabajando y todo marcha como siempre, Se abre la puerta, volteo con ansias no me lo esperaba pero quería que fueras tú…  Entraste tan decidida como siempre con aquella mirada que nunca podre olvidar, con un pequeño gesto me llamaste tal vez nadie lo noto pero fue suficiente para apartarme de todo, creo que  por un instante perdí el conocimiento y ya nada importaba, ni mi jefe ni las personas que me rodeaban ni tus acompañantes, nos fuimos a un sitio a solas y tú estabas a punto de llorar juro por dios que yo también pero me contuve pues no quería hacerte sentir mal, yo acaricie tu rostro mientras  pronunciabas  palabras de despedida y mirando tus ojos claros creo que el tiempo se detuvo un par de minutos, al darme  cuenta nos besamos y finalmente caíste en mis brazos y mientras te abrazaba deseaba con todas mis fuerzas que este momento durada para siempre, con mis dedos peine tu cabello colocándolo tras de tu oreja, “Te amo cito” fue lo último que te dije y como respuesta  un “te amo cito” fue lo último que escuche… 8.00. P.M.

 

Esa fue la última vez que bese una estrella, ahora me doy cuenta que no tenía que molestarme al dejarla ir, fui tan tonto como quien reclama a una estrella por querer alejarse en busca de su propio brillo, pero aun asi nadie puede culpalme por solo ser lo que soy…
Un simple ser humano que enloqueció con su brillo y sus lindos ojos.



En noches estrelladas y solitarias como hoy pienso que el tiempo pasara y que quizás algun dia nuestras noches se crucen y ella vendrá de nuevo y me contara una historia tan larga como lo es ver todo desde las luces de la vía láctea, me describirá de que tamaño se ven nuestros temores en la claridad del alma y finalmente se acercara a mi oído para susurrarme de que color serán los sueños que aun no tengo cuando se hagan realidad.

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