Ella tan viento y yo tan arena dejándome guiar por cada capricho, por cada
una de sus caras, por cada lágrima en sus ojos. Así me logra mover de un lado a
otro tal y como el viento lo hace con la arena, y yo aun continuo en esta carrera contra mí mismo
corriendo por ella tan rápido como lo hacen las nubes en el cielo, algunas
veces me rindo y decido dejarla escapar pero siempre vuelvo pues ella es ese viento que
me atrae y me lleva directo a sus delirios y sus momentos perfectos, y aunque algunas veces me
destroce como las olas al golpearme contra las rocas de su indiferencia, minutos despues me veo regresar como todas las
olas del mar que tarde o temprano regresan a la playa.
Ella tan viento, y yo tan INC.
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