En medio de una sala llena de Emoción, diversión, risas, alcohol y su compañía, estaba yo apoyándome en sus piernas mientras sus manos acariciaban mi espalda, mi cara, mis labios y en ese momento yo no podía dejar de pensar en… “Nada”, absolutamente nada, pocas veces me pasa esto, de hecho hay días en los que mis pensamientos y conversaciones internas no dejan de volar en mi cabeza al punto de volverme loco, pero ahora me pregunto… en donde estaba todo el mundo alterno del real que vive en mi mente y que día a día noche tras noche actúa como pequeños duendecitos que evalúan todos y cada uno de mis movimientos y palabras antes de ser expuestos al mundo real.
¿En dónde estaba mi mente?
Vivo en un desierto con muchos espejismos en donde los buenos momentos deben ser apreciados como algo que brilla sin importar si es oro o goldfield, porque no sé cuando se repetirán o cuando caeré y volveré a la realidad.
Inc.
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